jueves, 5 de febrero de 2009

El evangelio




'Cuando creamos que el evangelio es poderoso, entonces comprobaremos que es poderoso.'

Spurgeon no predicaba un nuevo evangelio -como si existiera alguno - y mucho menos se unió a la nueva corriente teológica de su tiempo. Spurgeon siempre predicó el evangelio de los apóstoles, aquel que Cristo les había confiado. Varios de los títulos de sus sermones evidencian la convicción de Spurgeon: 'El venagelio que no muere para un siglo que muere' y 'El viejo evangelio para un año nuevo' también... 'La misma vieja historia de siempre' Era una forma de demostrarles a sus detractores que el avengelio, tal cual Cristo lo había instituído, era tan eficaz y poderoso hoy como lo fue en un principio. Como hoy se piensa, también se pensaba en los tiempos de Spurgeon, que el evangelio había pasado de moda y que ya era un tema obsoleto al cual ya nadie prestaba atención. Pero los resultados eran diferentes... De los labios de Spurgeon solo salía el tema del evangelio de Cristo y miles de almas sedientas de la verdad abarrotaban los salones y estadios en donde Spurgeon se presentaba. Cientos quedaban fuera, se tenían que realizar nuevas reuniones. Al final, la gente salía de las reuniones con una fe en Cristo renovada.
En el final de uno de sus sermones Spurgeon se inclinó sobre el púlpito, todo quedó en suspenso, conmovido y con dificultad dijo: 'Perezca mi nombre... Solo Jesús es Señor!.. Solo Jesús es Señor!..'No nos cansemos de predicar el evangelio puro de Cristo, no osemos alterarlo o sustraerle, llevemos el evangelio a los pecadores tal cual es. En el evangelio de Cristo hay poder.

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